jueves, 24 de marzo de 2011

cap.3

“Vamos, joder… coge el puto teléfono…”  Diego estaba empezando a sentir pánico, no sabía que hacer, no tenía ni idea de lo que estaba sucediendo pero sabía que si Gabi se encontraba con ello corría un gran peligro. No dudó, siempre había sido muy impulsivo, cosa que más de una vez le costó algún disgusto. Pero nunca aprendía, subió a su casa, cogió el teléfono para comunicarse con su familia. No funcionaba, la red estaba saturada. Entonces sin pensar en que estaba haciendo cogió un cuchillo de la cocina y Salió en busca de Gabi. Diego sabía que no era ningún héroe, pero esa gente estaba atacando indiscriminadamente a los clientes del bar y eso no parecía la típica pelea de barrio. En principio el plan parecía muy fácil en su cabeza, eran las cuatro de la tarde, Gabi no podía andar muy lejos, buscaría en los bares que frecuentaba y en los dos centros comerciales que había en el barrio, una vez se encontraran, irían a casa e intentarían alertar a los servicios de emergencia. Diego atravesó la puerta del portal sin reparar en la cantidad de fallos y cabos sin atar que había en su idea, en cuanto dobló la esquina empezó a pagar las consecuencias. Las calles que hace unas horas transcurrían anodinas y monótonas ahora eran un completo caos , con toda la tensión vivida enfrente de la puerta de Gabi y la adrenalina segregada al colocar el cuchillo de su cocina en el cinturón de su vaquero no se había detenido a escuchar los gritos y el revuelo del exterior. La gente corría de lado a lado, los conductores pretendían huir pisando a fondo y provocando algunas colisiones Diego estaba congelado en medio de todo aquello, se le vino el mundo encima. ¿Cómo podía ser que el incidente del bar de la esquina hubiese desencadenado todo eso en tan solo unos minutos?  Entre toda la multitud se veían personas muy malheridas intentando escapar torpemente, extremidades desgarradas, torsos con heridas horribles… un hombre que sangraba abundantemente por la garganta se apoyaba en la pared para seguir andando lo mas rápido que podía, entonces cayó fulminado al suelo a pocos metros de Diego. Se quedó aterrorizado, nunca había visto un cadáver y mucho menos a alguien morir en aquellas circunstancias. Mientras todo a su alrededor avanzaba a cámara rápida el se hallaba inmóvil mirando el cuerpo sin vida de aquel hombre. Entonces la tensión le bajó hasta los pies, su cerebro no asimilaba la información que le proporcionaban sus ojos, pero su corazón si y este reaccionó latiendo como un tambor. Vio como el cuerpo del hombre que claramente había fallecido a pocos pasos de donde se encontraba empezaba a moverse, primero los brazos, luego las piernas, a continuación una torpe sincronía entre ellos intentando levantarse del suelo. Cuando se puso en pie Diego notó como palidecía de terror, la herida de su garganta ya no manaba sangre, no había vida en la expresión de su rostro y esa mirada… esa mirada  ya la había visto antes cuando atacaron a la chica de la cafetería. Por la mente de Diego solo pasó la palabra más inteligente que se podía usar en ese momento, “corre”. Sus piernas no le respondían, estaba literalmente paralizado, uno de los pilares base del paso de niño a adulto es asumir cosas como que los monstruos no existen, pero eso que tenia enfrente… no podía ser. Era un monstruo, no cabía duda.  Para cuando Diego fue capaz de mover su cuerpo para emprender una huída aquella cosa ya le había agarrado el hombro. Diego logró poner su otro brazo en la garganta del atacante, lo cual le facilitó el forcejeo mientras las mandíbulas de aquel loco se abrían y cerraban violentamente intentando morderle a toda costa. Salió victorioso esta vez, consiguió tirar a aquel tipo hacia un lado y tomar ventaja sobre él, desenfundó el cuchillo, aunque sabía que no tenía valor para usarlo. Dejó de engañarse a si mismo y retrocedió unos pasos para huir en la otra dirección, entonces una voz gritó su nombre tras suyo, se dio la vuelta y vio a Pablo, un compañero de trabajo. Pablo estaba en el interior de su Ford fiesta antiguo y le hacía ademanes con la mano para que entrara al coche.

3 comentarios:

  1. Buen capítulo, me ha gustado! Algo me da que este Diego se va a meter en líos... jeje
    saludos!

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  2. Buahhh!! dios que tensión XDD Pobre chico, madre mía XD Pues ya ves, los zombies que son la hostia. Eso de "Creced y reproduciros" viene que ni al pelo XD aunque crecer no lo volveran a hacer pero bueno. Pues muy buen capítulo y me ha encantado ^^

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  3. Zombies de inmediato y acción de inmediato, esto definitivamente pinta super bien, saludos

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